El mundo católico conmemora la Semana Santa, una festividad que recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. En América Latina —una región de profunda fe y arraigo religioso— estos días se viven con procesiones, misas y otras expresiones tradicionales. Sin embargo, en varios países también se conservan costumbres peculiares que llaman la atención de los visitantes.
Perú
En la localidad de Catacaos, el Jueves Santo se celebra con una cena abundante en honor a la Última Cena. El menú incluye siete platos: frutas, galletas, ají de gallina, sopa de ave, estofado, plátano frito, carnes sazonadas y un dulce de arándanos con almíbar. El Viernes Santo se repite el banquete, aunque las carnes se sustituyen por pescado.
Bolivia
En algunas regiones, el Viernes Santo se celebra la tradición de la Kespiyariña, que consiste en realizar pequeños hurtos simbólicos o travesuras. Aunque se trata de actos en tono festivo, suelen llamar la atención de las autoridades.
El Salvador
En Texistepeque, los Talcigüines representan las tentaciones de Jesús en el desierto. Diecinueve personas disfrazadas de demonios recorren el pueblo dando latigazos a los curiosos, mientras bailan y realizan acrobacias.
Uruguay
Desde 1919, con la separación entre la Iglesia y el Estado, Uruguay renombró las celebraciones religiosas: la Navidad es el Día de la Familia, el Día de Reyes se convirtió en el Día de los Niños, y la Semana Santa se conoce como Semana de Turismo. Aun así, la Iglesia mantiene vivas sus tradiciones con procesiones, viacrucis y misas en todo el país.
México
En la Procesión del Silencio, los penitentes caminan en absoluto recogimiento mientras cargan pesados objetos como símbolo de sacrificio y penitencia.
Chile, Venezuela y Brasil
En estos países es común quemar muñecos que representan a Judas, el discípulo que traicionó a Jesús, como símbolo de castigo y purificación.
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