Durante el vuelo de regreso a Italia, el papa Francisco renovó sus críticas al aborto, calificando el procedimiento como “homicidio”. En sus declaraciones, el sumo pontífice fue enfático en que el debate sobre este tema no tiene lugar dentro de la doctrina de la Iglesia. Además, el papa afirmó que los médicos que realizan abortos actúan como “sicarios”, en una dura comparación que refuerza la postura tradicional del Vaticano frente a este tema.
El líder de la Iglesia Católica ha sido firme en su postura sobre el aborto a lo largo de su papado. Esta vez, en el contexto de su visita a Luxemburgo y Bélgica, el papa Francisco subrayó que la defensa de la vida debe ser absoluta, desde la concepción hasta la muerte natural. Sus palabras han despertado reacciones encontradas entre sectores que defienden los derechos reproductivos y aquellos que apoyan la visión de la Iglesia sobre la inviolabilidad de la vida humana.
Este tipo de declaraciones no es nuevo en el discurso del papa Francisco, quien ha sido un crítico vocal del aborto. Sus comentarios continúan alimentando un debate global sobre los derechos reproductivos y el papel de la religión en las decisiones médicas y éticas.
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